Aquí estaba otra vez, donde me
habías encontrado, en el fondo de la vida. Aquí donde me estabas dejando
tirado, como si fuera una especie de devolución, solo que de este lado tampoco
me querían y en el momento que me dijiste que estabas en la oscuridad, todo se
volvió confuso porque ese era mi hogar desde siempre, pero aunque estuviéramos en
el mismo sitio yo ya no te podía encontrar, ni sentir, ni tocar. Tú estabas en
un aire diferente, un aire en el que yo no tenía permitido respirar, pero en este
hueco en el que me dejaste, también tiraste algo más, los recuerdos, las
sonrisas, las caricias e incluso nuestros malos días, como si fuera poco para
mí, me dejaste cargando todo esto yo solo, como si fuera demasiado para ti, te
libraste de todo, y aun así, sigues estando dentro de mí, porque sigo sintiendo
todas las promesas que me hiciste, porque sigo sintiendo que estarás en todo lo
que la vida me trae, porque sigo esperándote, como antes de encontrarte, sigo
rezando por ti antes de dormir como lo hacía antes de conocerte, y también,
sigo llorando un poco mi amor, que digo un poco, lloro como si mi alma saliera
por mis ojos, lloro como si cada lágrima te fuera a traer de nuevo conmigo,
lloro, lloro y lloro porque es lo único que sé hacer, lloro porque tú no estás,
lloro porque no quiero creer que no me quieres ya, lloro porque no logro
encontrar el defecto en mí, lloro porque mi vida no es vida sin ti, de hecho,
solo he vivido los días que tú has estado aquí.
El amor, todos hablaban de él
como un viejo amigo, incluso los que no lo conocían tenían el atrevimiento de
mencionarlo, muchas veces escuché como decían “Si no te ama en tus peores
momentos, no merece los buenos” y ahora entiendo, que yo te amo hasta cuando no
eres tú, te amo cuando me ignoras, te amo cuando seranamente me dices que ya no
quieres verme, te amo cuando me dices que estas sin dirección y sin sentido, te
amo cuando dices que no cumpliste nada de lo que me dijiste, te amo cuando me
dejas ir como si no te importara, te amo cuando no respondes a mis preguntas,
te amo cuando me evitas, te amo cuando me gritas, te amo cuando no me amas y te amo ahora, ahora
que no estás, ahora que esto que llamaba vida se ha ido, te amo porque además
de llorar, es lo único que me sale bien. Te amo aunque te escriba y no me leas,
porque sé que no lo haces, sé que te preocupan otras cosas, sé que has estado
luchando por la vida y yo, mi amor, yo sigo esperándote fuera de tu clase de
las siete, y te veo cuando te marchas a tu casa a las diecisiete.
Cuán irónica es la vida, cuán
irónica es la muerte, pues mientras tú luchas por lo que quieres, yo muero por
quién quiero.