“Si
alguna vez me suicido será en domingo. Es el día más desalentador, el más
insulso. Quisiera quedarme en la cama hasta tarde, por lo menos hasta las nueve
o las diez, pero a las seis y media me despierto solo y ya no puedo pegar los
ojos. A veces pienso qué haré cuando toda mi vida sea domingo.” Mario Benedetti - La tregua
Concordé con Benedetti, si algún día decidiera
suicidarme y acabar por fin con mí amarga existencia, sería un domingo, sin
duda alguna. Un domingo por la mañana, porque, dios, como amo las mañanas, las
mañanas de rocío, donde el alma esta en paz con los pensamientos, donde la
calma abunda en mi corazón. Y si mi vida acabara una mañana, para mí, estar más
allá de la muerte sería como una de ellas.
Si tuviera que elegir una canción para mi
final, sería ‘Can you feel my heart?’ y
aunque suena retorcido, espero que la primera persona que me encuentre, escuche
mi último latido para así decir que, sí, en definitiva, pudo sentirlo. Esta
canción y yo seríamos uno, sintiendo la oscuridad, y preguntando por el resto
de la eternidad a todo aquel que se acercase a mi tumba “¿Pudiste tú, cuando yo
estaba con vida, arreglarme?”
Y, para terminar, mis últimas palabras
escritas, tal vez con sangre para darle un poco de interés al asunto, serían…
Perdonadme por nunca ser quien en realidad soy.