Alguien.

A veces necesito a alguien que cuide de mí.

Alguien que se preocupe.

Alguien que se dé cuenta de lo horrible qué es esto.

Alguien que confíe y crea en mí, que me recuerde siempre que puedo lograrlo.

Alguien que me ayude.

Alguien que me tome de la mano y suba junto conmigo.

Alguien que me escuche.

Alguien a quien le importe.

Alguien que no se asuste de mis pensamientos.

Alguien que no huya de mis demonios, pero tampoco deje que le afecte.

Alguien que quiera curarme.

Alguien que me proteja.

Alguien que vea más allá de las sonrisas, alguien que lea mis miradas.

Alguien que me acompañe.

Alguien al que siempre necesite, porque yo a veces necesito a alguien.

Oscuras profundidades.

La vida no era un océano para mí, yo era un océano para la vida.
Un océano oscuro y profundo,
un abismo que ahogaba a cualquiera que se le acercaba.

Y no importa cuántas veces saliera el sol, siempre volvería a caer la noche
aumentaría mi marea, y mi alma quedaría hecha escombros.

Nadie merecía morir en este océano,
nadie merecía ser ahogado por las olas que no podía controlar.
Lo único que quería era alejarlos, ellos todavía podían salvarse,
porque en busca de ayuda, solo terminaría arrastrándolos a este remolino en el que ya yo estaba hundido,
 y ahí abajo, habían muchos más conmigo,
nosotros los inadaptados, los olvidados y desechados.

Después de todo,
en esta inmensa oscuridad,
entre tantas olas y diluvios,
 nada era seguro,
ni un futuro, ni un pasado.

La vida y la muerte.

No sé si estoy más perdido hoy que mañana.

Lo que si tengo claro es que cada día me encuentro más a mí mismo, que aunque no sepa si sigo perdido, sé que para encontrar lo desconocido tengo que buscar en lo desconocido.

Y aquí estoy, viéndome a los ojos, tratando de descifrar el significado de la vida, con la raíz del problema en mis manos, sabiendo qué hacer pero sin hacerlo.

Y aquí estoy, hurgando en mis adentros para encontrar esa felicidad que tanto predica el hombre; pero cuanto más me acerco, más me asusto. Al parecer yo tengo algo más que felicidad dentro de mí, al parecer hay un infierno que la rodea. Solo espero llegar a tiempo, antes de que esa luz se convierta en oscuridad.

Antes de que la vida se vuelva muerte.