La vida no era un océano
para mí, yo era un océano para la vida.
Un océano oscuro y profundo,
un abismo que ahogaba a cualquiera que se le acercaba.
Un océano oscuro y profundo,
un abismo que ahogaba a cualquiera que se le acercaba.
Y no importa cuántas
veces saliera el sol, siempre volvería a caer la noche
aumentaría mi marea, y mi alma quedaría hecha escombros.
aumentaría mi marea, y mi alma quedaría hecha escombros.
Nadie merecía morir
en este océano,
nadie merecía ser ahogado por las olas que no podía controlar.
Lo único que quería era alejarlos, ellos todavía podían salvarse,
porque en busca de ayuda, solo terminaría arrastrándolos a este remolino en el que ya yo estaba hundido,
y ahí abajo, habían muchos más conmigo,
nosotros los inadaptados, los olvidados y desechados.
nadie merecía ser ahogado por las olas que no podía controlar.
Lo único que quería era alejarlos, ellos todavía podían salvarse,
porque en busca de ayuda, solo terminaría arrastrándolos a este remolino en el que ya yo estaba hundido,
y ahí abajo, habían muchos más conmigo,
nosotros los inadaptados, los olvidados y desechados.
Después de todo,
en esta inmensa oscuridad,
entre tantas olas y diluvios,
nada era seguro,
ni un futuro, ni un pasado.
en esta inmensa oscuridad,
entre tantas olas y diluvios,
nada era seguro,
ni un futuro, ni un pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario