miércoles, 11 de diciembre de 2013

Kill and run.

Estaba en un punto de mi vida en el que no sabía como ser fuerte, seguía caminando, seguía yendo hacia adelante y no tenía pensado quedarme en un solo sitio, pero no sabía como iba a hacerlo. Mi vida estaba siendo improvisada, estaba haciendo todo como me saliera y no importaba si estaba bien o mal, solo me importaba poder hacer algo, lo que sea para salir de aquí. Porque tu ausencia me esta matando, y buscarte en cada calle no estaba funcionando. En ese momento se sentía como si me estuvieran diciendo "Corre, ve afuera y sálvate" pero yo no quería ir afuera, y menos arrojado de esa manera, yo todo lo que quería eran unos brazos en los que llorar, o tal vez alguien con quien reír, no me importaba con tal de no estar solo, y en la frías calles de Maturín en diciembre, esa sería mi única acompañante, la soledad. 
"¿Por qué eres así?" Estaba cansado de que me hicieran esa pregunta, ¿Acaso no se dan cuenta? Como podría ser de otra manera si mi vida consistía en esto, en huir antes de ser destruido, pues yo sabía que cuando todo estuviera mal, todos correrían por su salvación.


martes, 10 de diciembre de 2013

Adolescencia ahogada en alcohol.

Todo en mi cabeza daba vueltas, todo en mi mundo era relativo en ese momento, tan fantástico, tan irreal, tan emocionante... Podía sentir cada célula de mi piel viva, mi sangre corría a mil por horas a través de mis venas y estimulaba mi cerebro de tal manera que una sonrisa rota se reflejaba en mi cara. Un escalofrío tenue como la luz que alumbraba mi vida recorría la piel de mi cuello, y mis manos temblaban, y se sentía único, como tus caricias, y mi ojos lloraban, y se sentía hermoso, como tu sonrisa, pero en tanto sentir no sabía lo que sentía. Mis pies vacilaban haciéndome malas jugadas, y no sabía cual era mi verdad, y no sabía en que mundo vivía, porque estaba aquí, ahora, en esta línea entre lo ficticio y lo cierto, entre la vida y la muerte, entre la adicción y tantos sueños rotos.

Un frío recorrió mi estomago y mi cuerpo se heló. Un trago más, me dije. Corría por mi garganta, por mis dedos, por mi rostro, corría por todo mi ser, dulce y amargo veneno que me hacía ilusionar, que me hacía vivir mi verdad haciéndome volar y dejándome caer mientras regresaba de mi boca hacía el suelo, tumbándome, llevándome al fondo, y todo se veía lento ante mis ojos mientras estaba viviendo lo más rápido que podía, esquivando cualquier roce con lo que me destruiría, sin percatarme que estaba viajando con el único que podría hacerlo: Conmigo. Y cada trago que había tomado cayó lentamente al suelo junto con cada decisión. Trataba de fijar la mirada en mi reflejo pero era inútil, aquellos globos inyectados de sangre giraban en su propio eje. El sudor se deslizaba por mi frente como si se tratará de un iceberg derritiéndose, tan frío y tan liquido. Mi conciencia gritaba cada vez mas fuerte y la sonrisa rota era lo único que no había perdido. Hey, vamos. No. No más. Pero era inevitable, ahí estaba yo, muriendo joven, y dejando un horrible cadáver. 

viernes, 22 de noviembre de 2013

Solo a veces.

Estoy cansado de tratar de encontrar un lugar en el mundo cuando sé que el único lugar que tiene el mundo para mí es mi habitación, donde nadie me puede rechazar o hacerme sentir menos de lo que ya soy, donde las paredes pueden pintarse de todos los colores y puedo tocar mis sueños pegados al techo, donde mis lágrimas pueden correr como un río sin que nadie trate de atraparlas, el único lugar donde tengo amigos y puedo enamorarme de cualquiera en el momento que quiera sin la presión de tener que dar un paso mas o uno menos, pero cuando abro la puerta puedo escuchar gritos, mis propios gritos mientras soy aplastado por kilos y kilos de realidad pura, haciéndome vomitar de manera cruel y realista todos mis sueños. Quedándose, con cada golpe, partes de mi ser. Pero a veces, solo a veces, me hiere tan fuerte y con tanta ira que me dan ganas de colaborar con ella para así hacer el trabajo, de acabar con semejante estorbo como lo soy yo, más fácil.

lunes, 11 de noviembre de 2013

¿A quién temes perder?

"¿Habrá alguien que tema perderme?" Había escuchado esta pregunta una infinidad de veces, de personas tristes, de personas que no lograban quererse a sí mismas... Pero entonces caí, caí en el gran significado de las interrogantes que estas palabras guardaban... De verdad, ¿Habrá alguien que tema perderme? Y no digo perderme así, como se pierde una moneda en una alcantarilla, me refiero a perderme en todo su esplendor, o quizá, en todo mi esplendor. ¿Existirá una persona en el planeta tierra que se detenga a pensar un segundo, en medio del crepúsculo, como sería su vida sin mi?  En esos momentos donde lo somos todo y a la vez nada, ese momento donde comienzas a pensar tanto que te asusta, ¿Habrá alguien que piense en mí en esos momentos? ¿Alguien recordaría las locuras de mis palabras, o quizá, mis terribles actos como ser humano? Alguien que no pueda imaginar como sería su vida si yo me fuera, alguien que extrañe mis fastidiosas conversaciones, mis innumerables gestos de disgusto, la forma en que mi labio superior se inclina mas hacía un lado cuando me río, alguien que se dé cuenta de esos detalles, esos que son parte de mi esencia y que cuando no esté, se atreva a decir "Ojalá Elías estuviera aquí..."

¿Cómo sería saber que eres así de importante para alguien? Creo que voy a tener que conformarme con saber que alguien es así de importante para mí, porque estoy comenzando a temer perderme a mí mismo. 

domingo, 22 de septiembre de 2013

Sigo sintiendo.

Y de repente, sientes que vuelas, pero de una manera diferente
tanto así, que no sabes si estas cayendo o subiendo.
Y nadie te toca, y nadie te ve,
pero esta bien, porque tu no sientes,
porque ya no quieres querer,
y se siente frío, y me siento triste
cuando, sin verme, veo a las nubes felices,
pero estoy volando, sin rumbo alguno
ignorante de lo que quiero,
sin saber lo que merezco.
Y me siento fuerte porque ya no siento,
y en la felicidad que siento mis ojos se ven tristes.


viernes, 19 de julio de 2013

Y si me permites...

Mi plan es desnudarte con poesía pura.
Besarte con versos, acariciarte con rimas,
embriagarte con prosa y acurrucarte con lira.
Sin embargo esta noche juro:
Con la caligrafía de mi pluma,
letra a letra de mi nombre
será marcada sobre tus lunas.

Y así, de una vez por todas,
tus paginas blancas se mancharían
con la indeleble tinta de mi tintero,
recordándote siempre quien eres,
porque en ti yo soy
y en mi tu eres.

Pues mujer, estarás marcada,
marcada de mi ser,
marcada de mi alma,
marcada de nuestra triste esperanza.

martes, 14 de mayo de 2013

Cambios...

Dicen que todos necesitamos uno,
pero ¿Realmente queremos que éstos sucedan?
Porque querer y necesitar van juntos,
pero no siempre a un mismo punto.

A veces, en lo mas profundo de mi ser,
desearía que nada cambiara nunca;
aunque pensándolo bien, si nada cambiara, 
tal vez yo no sabría quien soy realmente, 
tal vez hubiera muerto
esperando la metamorfosis de una oruga
O quizá, viendo a una flor bailar con el viento.
El viento que cambia mi rumbo, 
que cambia mi sentir,
que hace volar
el polvo lejos de mí.

Aún así, recuerdo lo que prometió el sol
cuando el viento comenzó a soplar,
y cambiaba a sus nubes de lugar...
Él prometió 
que volvería a brillar.

domingo, 12 de mayo de 2013

Mis noches contigo.

En la oscuridad me gusta estar
en la oscuridad te puedo tocar
en la oscuridad te suelo amar
en la oscuridad te logro encontrar.

En las estrellas me gusta estar
en las estrellas te puedo imaginar
en las estrellas te suelo abrazar
en las estrellas te logro besar.

En la luna...
En la luna estoy
en la luna vivo
en la luna soy,
uno contigo.

sábado, 11 de mayo de 2013

Lunares en el cielo.

El volvía a perturbarla como cada noche, él volvía a ese punto de su piel que tanto le gustaba, ese lunar que acariciaba con sus besos de una manera tan tierna y desesperaba que se había vuelto adictiva.
Ella volvía a las nubes cuando la luna aparecía junto con la persona que mas amaba, aunque el peso de su orgullo no la dejara adueñarse del corazón de su amado, ella sabía que por las noches, volvían a pertenecerse, volvían a soñar bajo un mismo cielo, pero por el día era totalmente diferente, los invadía una realidad muy distante a esta, los invadía un vacío, se hacían uno con la soledad, se torturaban con las miradas y se golpeaban con la indiferencia.
Y así, mientras él ignoraba el hecho de que ella, por el día, seguía viviendo bajo el mismo cielo, ella no sabía que él se pasaba la vida esperando con desespero volver a ese lugar, volver a su lunar.

domingo, 28 de abril de 2013

Gritos en silencio.

¿Alguna vez te has preguntado lo que pasa en la vida de los demás? 
¿Alguna vez te has preguntado que se siente no ser aceptado? ¿Alguna vez has sido rechazado?
Grita, llora, teme.
Los demonios te hablan, te incitan al rencor, te llaman.
Ellos te señalan, ellos se ríen, ellos te golpean.
¿Cómo no sentirlo? ¿Cómo no odiar las burlas de los demás?
Débil, idiota, solitario.
Estas cansado de la presión, estas cansado de no tener una reacción.
Ellos te hacen sentir mal, ellos no preguntan como estas.
¿Por qué les temes? ¿Por qué no haces algo?
Odio, rencor, venganza.
Han creado un monstruo, han sido ellos los que te han dejado el rostro colorado.
Ellos te hacen ver lo que no es, ellos te hacen creer que no vales nada.
¿Qué harían ellos si fueras tu? ¿Tendrían tanta paciencia?
Sangre, dolor, lágrimas.
Ahora sabrán lo que has callado, ahora sabrán lo que has sentido.
Ellos no volverán a alimentarse de tu miedo, ellos no volverán a alegrarse de tu desgracia.
Ahora ellos te podrán ver reír, ahora ellos van a sufrir.



NO MAS BULLYING.

Dark paradise.


Lana del Rey es mi cantante favorita, y aunque nadie puede reemplazar su perfecta voz y personalidad, este cover me ha gustado mucho ya que es una versión mas masculina de mi canción favorita de ella: "Dark paradise." En un tiempo de mi vida me identifique mucho con el tema y todavía lo hago con muchas partes de éste. Espero que lo disfruten tanto como yo.


sábado, 27 de abril de 2013

Nuestro cigarrillo.

Ahí estaba yo, ahí estabas tu. Comiéndonos con los ojos, reprimiendo el deseo de tocar nuestros cuerpos, sintiendo como la música recorría nuestro ser.
Aquellos ojos que tanto me volvían loco, aquellos ojos que me pedían a gritos que me acercara tanto como los míos respondían de la misma manera. Patético ¿No? Era lo único que describía aquella escena donde ambos nos dedicábamos a mendigar amor después de habernos cansado de sentir nuestros cuerpos unidos en una sola corriente, de haber sentido como mi cuerpo se había movido tantas veces sobre el tuyo como lo hacía el río que pasaba sobre las piedras, como nuestros labios se acariciaban, como habíamos dejado que el amor nos hiciera uno.

Ahora estábamos aquí, sin nada mas que silencios cargados de culpa y tristeza, sabiendo que era tarde para nosotros. Aquella angustia me volvía loco así que saqué un cigarrillo y lo encendí. Sabía que tu mirada seguía en mi, podía sentirte, nunca había dejado de hacerlo. Dejé que el humo envolviera mi vista, escondiendo la triste imagen de tu cara, pensando que cuando se disipara seguirías ahí, pero no fue así, te habías ido. Entonces entendí que las cosas se iban como llegaban, de repente, como había dejado escapar aquel humo y ya no había rastro de él, como te habías ido tu cuando dejé de ver.

Eres humo, nunca te quedas, siempre te vas y no vuelves, pero yo también lo soy, por eso hoy vuelo con el viento dejando atrás lo que fuimos, dejando atrás donde nacimos, dejando atrás donde morimos. Dejando nuestro cigarrillo.



Divagando en amor.

Estoy empezando a creer que el amor no existe. ¿Es que acaso no hay una cura para los corazones rotos? ¿Es que acaso el amor es una bomba de tiempo? Eso pareciera, pareciera que tuviera vida, que pensara, que nos tendiera una trampa pintando un mundo lleno de colores y cuando menos te das cuenta te muestra lo doloroso que realmente es, te muestra lo que es sufrir. ¿Qué caso tiene? Enamorarse para sentir algo verdadero y hermoso que cae con su propio peso. Irónico, ¿no? 

¿Vale la pena? Ya sabes, esto de amar, de sentir, de querer, de confiar en una persona con el poder de destruirte. ¿Y si lo hace? ¿Y si te destruye? ¿Qué haces? ¿Esperar un día en el que vuelvas a sentir? ¿Y si no llega? ¿Y si dejas de sentir? ¿Y si pasas toda tu vida esperando que pase? ¿Y si siempre será esa persona? ¿Y si todo lo que piensas no es lo que crees y todo lo que sientes no es como quieres?

Joder, ya estoy divagando. ¿Y saben qué es lo peor? Que soy un fanático obsesionado al romanticismo que no cree en el amor.  No tengo remedio. 

jueves, 25 de abril de 2013

Ángel.

Nunca había experimentado este tipo de sentimientos, y realmente ha sido algo muy fuerte y doloroso.
Hoy tengo un vacío, hoy perdí ese ser tan magnifico  que me mandó Dios para cuidarme, hoy la perdí para siempre.
El cielo era oscuro y profundo como tu partida, la luna se vestía de negro al igual que mi luto, ella llevaba nubes yo solo una camisa. Mis parpados caían para traer nuevamente tu imagen sonriendo a mi cabeza, tu recuerdo, tus caricias, tu voz, tu risa, tu llanto, tus regaños, todo lo que extrañaba desde el momento en que llegó la noticia que nunca quise escuchar.
Mis lágrimas caían y te escuche decirme que tenía que ser fuerte, como tu siempre lo habías hecho, pero yo respondí prometiendo que siempre sería fuerte, que no estaba cayendo, solo estaba sintiendo.
Entre recuerdos, entre llanto, entre tanta oscuridad, vacío y soledad, te miré ahí, en el cielo, esperando que aparecieras, te busqué hasta que brillaste junto con las otras estrellas, hasta que sentí que me bendecías como siempre e iluminabas mi camino.

Hoy no estas abuela, hoy no siento tu mano delgada, llena de arrugas y delicada, acariciar mi cabello, hoy no siento tus labios besar mi frente, hoy no escucho tu voz decir "cuídese por ahí, mi hijo." pero te siento aquí, dentro de mi, en mi corazón, en mi memoria. 
Mis piernas reaccionaron para caminar contigo hacía una última vez, ya no podía seguir callando, no podía detener mis lágrimas con solo imaginarme que ibas en un ataúd, encerrada. Aunque sabía que debía ser fuerte, necesitaba sentirte, necesitaba expresar no solo el dolor, sino el amor que siempre te tuve, porque tu eras de las que ya no hay, tu eras mi madre, tu eras mi guía, tu eras mi vieja.

Cuando mis ojos vieron como te dejaban caer lentamente dentro de aquel hueco, grité en silencio, un grito desgarrador en forma de llanto, un grito que desbordaba mi alma, un grito que no te traería de vuelta por mas que lo deseara. 
Una paz me invadió cuando escuche la voz de Dios, cuando escuché a aquel Dios con el que siempre hablaste, él me hizo entender que tu estabas en paz, que tu habías dejado de sufrir y que no estabas pensando en nosotros, estabas pensando en todo lo que verías ahora, en toda esa belleza que él te había preparado, en ese campo donde serías feliz, donde no tendrías que recordar nunca mas. Entonces lo comprendí. Comprendí que era tu tiempo, que eras libre, que habías dejado todo dolor aquí, en este mundo, para partir a un lugar mejor, sin sufrimientos, sin llanto, sin dolor ni agonía. Comprendí que lo que caía a profundidades dentro de la tierra no eras tu, era un cuerpo vacío, un cuerpo que no te pertenecía, que te habían prestado y ahora debía quedarse en este lugar para que tu pudieras descansar como te lo merecías. Tu siempre estuviste cuidándonos, dejaste de descansar por nosotros, enfrentabas aquel dolor para seguir aquí y nosotros jamás pudimos sentir lo que tu sentías, hoy sé que además de un dolor físico, tenías también uno mas fuerte, un dolor sentimental que te da donde mas te duele, en tu corazón. 
Hoy te amo mas que nunca, abuela. Tu fuiste el ángel que nos envió Dios, nuestro ángel guardián, que nos cuidó aquí en la tierra y lo seguirá haciendo desde el cielo. Tu vives en mí, en mi recuerdo, en cada persona que te conoció, en una sonrisa, en una lágrima, en una mirada. Tu no falleciste, tu cumpliste.

Es hora de tu descanso, ahora déjanos luchar a nosotros, ya que después de todo era verdad, "Si amas algo, déjalo ir."

Siempre te amaré, mi eterno ángel.
06.01.1943  - 21.04.2013

sábado, 13 de abril de 2013

Nuestro karma.

Sumergido en nuestros recuerdos, en lo que fuimos, en lo que seremos.
¿Qué queda de nosotros? Nada, nada más que momentos, que risas, lágrimas y recuerdos, después de todo, eso somos ¿No? Un momento, un segundo, un gesto, una vida, un sentimiento roto, incompleto, a causa de aquellos fragmentos de nuestro ser que regalamos a cada una de las personas que conocemos, aquello que no volveremos a tener, aquello que no nos pertenece ya.
La pregunta es: ¿Podemos quejarnos? Por supuesto que no, porque es nuestro karma el que nos forma, es lo que merecemos después de robar fragmentos de los demás, después de quedarnos con una parte de cada rostro que pasa, como lo hace el viento, como lo hace el río, como lo hace incluso este momento mientras formamos nuestro universo.