sábado, 11 de mayo de 2013

Lunares en el cielo.

El volvía a perturbarla como cada noche, él volvía a ese punto de su piel que tanto le gustaba, ese lunar que acariciaba con sus besos de una manera tan tierna y desesperaba que se había vuelto adictiva.
Ella volvía a las nubes cuando la luna aparecía junto con la persona que mas amaba, aunque el peso de su orgullo no la dejara adueñarse del corazón de su amado, ella sabía que por las noches, volvían a pertenecerse, volvían a soñar bajo un mismo cielo, pero por el día era totalmente diferente, los invadía una realidad muy distante a esta, los invadía un vacío, se hacían uno con la soledad, se torturaban con las miradas y se golpeaban con la indiferencia.
Y así, mientras él ignoraba el hecho de que ella, por el día, seguía viviendo bajo el mismo cielo, ella no sabía que él se pasaba la vida esperando con desespero volver a ese lugar, volver a su lunar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario