domingo, 10 de agosto de 2014

Tu cielo y mi veneno.

Todas tus promesas las creí.
Creí que no volverías a mentir,
creí que te quedarías aquí,
creí que no me volverías a herir.
Cuando dijiste que me amarías hasta el final,
yo creí que lo harías tal cual,
pero estamos hechos de amarga destrucción
y me entregue a ti, todo era por ti
y amé que tú fueras mi razón de existir.
Yo estaba cargado de dulce veneno,
la juventud es nuestro tesoro eterno
donde siempre nos amaremos,
donde el jardín de mi vida florece con tus besos
y vuelo, vuelo tan alto, mi cielo
que no me percaté de que en tus gustos
no estaba mi veneno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario