Venían por mí, los sentía siguiendo cada uno de mis pasos,
acechando, y yo, tan débil y tan cansado, me descuide. Ellos están aquí, están
furiosos y no dejan de gritar. Tengo tanto miedo de volver, pero de un momento
a otro, todo se torna gris.
No hay escapatoria, no tengo a donde ir, solo estoy sentado
aquí, pensando en detonar mi cabeza y volar mis ideas.
Amonet y Rá se manifiestan, se apoderan de estas manos y lo
que hago con ellas, me hacen ver tan sucio como me siento y mis palabras se
vuelven veneno, y la alegría se me vuelve ira. Soy una enfermedad mortal, una
bomba de tiempo que destruirá todo, menos a ellos, ellos siempre estarán aquí,
en este infierno al que pertenezco, aquí donde me quemo.
Que tonto fui al creerme en el paraíso, como si Dios aceptara
de nuevo a ángeles caídos en su reino.
Soy ira, soy furia,
soy lujuria.
Soy burla, soy
mentiras.
Soy lluvia que quema
e intoxica.
Entre tanto ser y no ser, soy lo que ellos dicen pero nunca
quién quiero ser.
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