sábado, 13 de septiembre de 2014

Mi propia revolución: Parte III.

Hay demasiado dolor en el mundo
como para compartir el mío,
y por eso siempre será mío,
porque el dolor del mundo
es también el mío

Como he de sufrir
con cada talento que muere,
como he de sufrir
con cada rencor que viene.
Cómo yo, sin ser libre,
es que quiero que todos
seamos libres.
Lo único que puedo responder a eso
es lo que sigue:
Solo del amor soy prisionero
del amor por este vil mundo
y por el que sigue
del amor por mi patria madre
y de mi bastardo hermano
de este amor, que tanto duele
de este amor, que tú también sientes
amor a una sonrisa, amor a la mentira
pero no cualquiera,
a este amante entiende
ya que este ardor,
solo en mis piernas hierve

No hay comentarios:

Publicar un comentario